Las finanzas familiares tienen en la hiperinflación a un gran enemigo cuando las crisis económicas de un país llegan a ese punto, y por eso es vital saber qué hacer en caso de darse el contexto
DAT.- La hiperinflación es un fenómeno que se da cuando la economía de un país se vuelve tan inestable que la moneda se va devaluando hasta el punto de ocasionar una crisis financiera que, a su vez, deviene en el aumento excesivo y veloz de los precios de todos los productos y servicios, impidiendo que las familias puedan cubrir sus necesidades más básicas.
Ahora bien, y como explica Luis Alberto Pérez González, a la hiperinflación se la puede enfrentar y sobrevivir a pesar de las múltiples angustias que genera en la población. ¿Cómo? ¡Manejando de la mejor manera posible el presupuesto familiar y siguiendo una serie de consejos básicos pero muy importantes!…
- Reconocer la situación y el contexto: La mejor manera de encarar un problema es reconociendo que existe. Solo dando ese paso se puede comenzar a actuar en consecuencia, ya no para frenar lo que pasa sino para evitar que su presencia haga estragos en la economía familiar.
- Realizar un presupuesto: De esta manera se conocen exactamente todos los ingresos que tiene la familia, así como los egresos que produce. Saber con lo que se cuenta es primordial en toda planificación.
- Pagar deudas: Este tipo de cargas deben ser saldadas de forma inmediata ya que consumen una gran parte del presupuesto familiar. Librarse de ellas permite además eliminar un dolor de cabeza y enfocarse en buscar alternativas para sobrevivir y enfrentar la crisis.
- Adelantar compras necesarias: Una forma de mitigar los efectos de hiperinflación es abastecerse de todo aquello que sea absolutamente necesario como comida, ropa, productos para la higiene personal y para el aseo de la casa. Y ojo, esto debe hacer buscando ofertas y no gastando de más.
- No usar tarjetas de crédito: Esta herramienta financiera solo se debe usar exclusivamente para emergencias. Esto es fundamental entenderlo ya que los intereses de pago resultan comprometedores para el presupuesto familiar.
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(Con información de Luis Alberto Pérez González)