Una de las ventajas de la NBA contra el resto de ligas del planeta es su capacidad para crear narrativas. Una de ellas, de las más atractivas para el espectador, de las que atraen más gente y por un mayor tiempo, son las rivalidades. Dos jugadores, dos franquicias o bien un jugador y una franquicia peleando cara a cara al máximo nivel. El problema aparece cuando las rivalidades son desigualadas, cuando uno de los dos siempre gana. Cuando el dominio es tal, que se hacen juegos de palabras con el nombre de tu ciudad y tu rival. Y así nació LeBronto, el mito de LeBron James contra los Toronto Raptors. ¿Leyenda o realidad? Aprovechando su visita a Canadá, lo analizamos.

LeBron ha jugado 60 partidos de temporada regular contra los Toronto Raptors, la octava marca más alta. No sorprende que los primeros sean todos equipos de la división central, la misma que Cleveland, o Sureste, donde juegan los Heat, donde más tiempo pasó mientras jugaba en el Este. Y pese a haber jugado tantas veces contra los Raptors, solo tiene mejor récord en toda su carrera en temporada regular contra un equipo, los Minnesota Timberwolves (31-11, 74.4%). Porque de las 60 veces que ha jugado, LeBron ha ganado el 73.33% de las ocasiones, 44 exactamente. Y con un detalle: seis de las 16 derrotas han llegado en su época en Los Angeles (3-6).

Jugando en el Este, el récord de LeBron contra los Raptors fue de 41-10, mientras Toronto acumula un 50.2% de victorias desde que James debutó en la NBA. 20 veces ha ganado en el Scotiabank Arena, antes conocido como Air Canada Centre, el que más en la historia empatado con Ray Allen. ¿En la lista de derrotas? Está empatado por el 99 lugar con solo 9, lejos de las 17 de Paul Pierce y Jamal Crawford. Un dominio que parece exagerado para renombrar la ciudad de Toronto como LeBronto, pero que se multiplica todavía más cuando llegan los playoffs, a nivel colectivo y también estadístico. Porque si los números individuales de James en temporada regular no crecen, en playoffs se disparan.

Sobre todo en anotación. LeBron sube de los 27 en temporada regular y los 28.4 que promedia en playoffs hasta 31,1 jugando ante los Raptors con un 58,3% de acierto en tiros de campo, una cifra sin sentido para un jugador con su número de lanzamientos. El porcentaje de victorias, además, sigue creciendo: tres veces se han visto en postemporada y las tres se las ha llevado Cleveland, consecutivas: 2016, 2017 y 2018. Y solo en la primera pudieron robar dos triunfos, los dos en Toronto. Desde el quinto partido de aquellas finales del Este, James ganó 10 duelos consecutivos hasta el punto que acabó finiquitando el proyecto de Lowry y DeRozan.

Fue en ese 2018 cuando por primera vez se escuchó el concepto LeBronto, en la retransmisión de ESPN durante el segundo partido de las semifinales. James sumaba 31 puntos al final del tercer cuarto cuando Mark Jones, antes de ir a publicidad, dejó una frase para la posteridad: “Volveremos a LeBronto para el tercer cuarto después de esta pausa”. Bautizada la ciudad, solo quedaba que James acabara el partido con 43 puntos, 14 asistencias y 8 rebotes. El golpe definitivo llegó en el tercer partido, en Cleveland, cuando un tiro sobre la bocina ponía el último clavo en el ataúd de los Raptors. Semanas antes, Drake, embajador de la franquicia, había sacado su tema ‘God’s plan’.

Uno de los versos dice “ya me conoces, convirtiendo el O2 en O3”. En inglés, el cero se puede leer como la letra o, por lo que la canción fue utilizada como banda sonora del tiro de LeBron James que pasaba del 0-2 al 0-3 contra los Raptors. Un año antes, en 2017, LeBron James fue tan superior desde el inicio que durante el primer partido amagó con tomar un trago de cerveza en Cleveland. Acabó barriendo la serie con 36 puntos por noche y dejando su huella, una vez más, en Toronto. Solo tres franquicias tienen peor récord contra Bron en playoffs: Milwaukee y Charlotte, que jugaron una serie y se fueron 0-4, y los Hawks, que han perdido tres veces y en todas ellas barridos.

¿Es posible que de la debacle de LeBronto los Raptors salieran mejores? Sí, absolutamente. Tras quince años de dominio en temporada regular y tres de abuso en playoffs, por fin Masai Ujiri decidió cambiar las cosas. La primera víctima fue Dwayne Casey, que fue despedido tras ganar el premio al mejor entrenador del año. La enésima derrota, la barrida de 2018, implicó también la llegada de Kawhi Leonard y con él, el anillo de 2019. El único en la historia de los Raptors. Coincidió con la marcha de LeBron al Oeste, donde un año más tarde ganaría el título con los Lakers en Disney. Y todos fueron felices.

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