La firma oficial de Usman Garuba por el Real Madrid deja la NBA un poquito más huérfana de jugadores españoles. El internacional, con tres temporadas de experiencia en la mejor liga y partidos en Houston Rockets y Golden State Warriors, vuelve a casa y ya solo queda un representante nacional: Santi Aldama. El jugador de los Memphis Grizzlies, clave el año pasado y referencia del equipo de Sergio Scariolo en verano, simboliza la última esperanza española en la mejor liga del mundo, una cifra que en apenas ocho temporadas ha pasado de diez, el máximo, a solo uno.

El pico llegó en 2017. Pau Gasol (Spurs) y Calderón (Lakers y Hawks) daban sus últimos coletazos con Marc (Grizzlies) y Ricky (Timberwolves) haciéndose nombre en la NBA. Ibaka por fin aterrizaba en Toronto a final de temporada, Nikola Mirotic seguía como titular en Chicago y el Chacho había vuelto a intentarlo tras su primera etapa en el Madrid, esta vez en los Sixers. Y los más jóvenes, Juancho (Denver), Willy (Knicks) y Abrines (Thunder) daban sus primeros coletazos en la mejor liga del mundo. Eran 10 españoles entre los 450 jugadores NBA; tres años después la cifra se redujo a la mitad, solo cinco (Ricky, Marc, Ibaka y los Hernangómez). El año que viene será solo uno, algo que España no veía desde 2003, antes del debut de Raül López y Calderón. Santi Aldama se queda solo.

Españoles en la NBA

Desde 2015, además, en cinco temporadas diferentes la cifra de jugadores españoles era menor al acabar el año. Los cortes de Victor Claver (2015), Alex Abrines (2019), Juancho Hernangómez y Serge Ibaka (2023) o Ricky Rubio (2024) a mitad de campaña dejaron el panorama todavía más desolador.

Hay diversas causas a la hora de analizar, pero la principal es la edad. La generación de los 80, los Juniors de Oro, se han ido despidiendo del baloncesto: Pau Gasol, Juan Carlos Navarro, Raül López, José Manuel Calderón (1981) o incluso Jorge Garbajosa, miembro veterano de la clase (1977) tuvieron su mejor nivel en la década anterior, pero ninguno aguantó más allá de 2019 en la NBA. Navarro y Garbajosa sumaron 82 y 74 partidos respectivamente y prefirieron hacer carrera en Europa. La siguiente generación, con Marc Gasol, Rudy Fernández (1985), el Chacho Rodríguez (1986) e incluso con Víctor Claver (1988) y Ricky Rubio (1990), avanzado a su tiempo, respondió con nivel. Marc (891), Ricky (698) y Sergio en dos épocas distintas (353) son tres de los seis jugadores españoles con más partidos jugados.

Para entonces, España seguía siendo una referencia internacional a nivel selecciones, peleando con Estados Unidos por el oro olímpico en Pekín y Londres, o en las semifinales de Río de Janeiro. Pero nunca hubo una alternativa posterior, y mucho menos a ese nivel, como es lógico. Igualar el rendimiento conseguido entre 2006 y 2019 es virtualmente imposible a nivel nacional, y el número de jugadores en la mejor liga del mundo es la mejor prueba del nivel. Entre 2006, tras el oro de Japón, y 2008 debutaron seis españoles en apenas tres temporadas; en 2016 cuatro nacionales dieron el salto, con los Hernangómez, Abrines y la vuelta de Sergio Rodríguez. Desde ese año solo Santi Aldama y Usman Garuba han jugado su primer partido, y Garuba estuvo con un contrato dual gran parte de la última campaña. Jugó solo seis partidos.

El futuro es más interesante que otra cosa. Juan Núñez ya ha salido elegido por San Antonio Spurs este pasado verano, aunque intentará triunfar en el Barça primero, y en los próximos años llegan Hugo González, Izan Almansa (2025) y más a largo plazo Sergio De Larrea, Mario Saint-Supery o Gildas Giménez. A ellos se le tiene que sumar posibles como Baba Miller o Aday Mara, que ya sonaron para la NBA, pero cuyo stock bajó y han decidido volver a intentarlo en la liga universitaria, o incluso Great Osobor. El Mundial sub-19 ganado en 2023 y la plata en 2022 o los Eurobaskets conseguidos en sub-20 (2022) y sub-18 (2019, 2022) reflejan que el futuro es ilusionante. Es difícil igualar la generación de 1980, pero hay talento para recuperar terreno en la NBA.

La tendencia no es una anomalía únicamente en España, ha pasado en otros países. A Francia, por ejemplo, que está recuperando su hegemonía en el baloncesto europeo con la plata olímpica, se le fueron cayendo los jugadores con el final de los Tony Parker, Joakim Noah, Boris Diaw, Mickael Pietrus o Ronny Turiaf. Para el país vecino fue la generación de 1982, con la presencia temporal de nombres como Nando de Colo, Alexis Ajinça, Ian Mahinmi o Mickael Gelabale. Solo Nico Batum (1988) y Rudy Gobert (1992) llevan en la NBA desde más allá de 2022, pero en los últimos 24 meses han aterrizado dos pick #1 como Victor Wembanyama y Zaccharie Risacher además de Alex Sarr, Pacome Dadiet, Sidy Cissoco o Bilal Coulibaly, por ejemplo. Francia, campeona de Europa sub-20, también.

Hay factores importantes a tener en cuenta a la hora de analizar el desarrollo de los jugadores jóvenes, y la aparición del NIL y los salarios en el baloncesto universitario es uno. En los últimos años, nombres como Baba Miller, Aday Mara, Izan Almansa o incluso, antes de los sueldos, el propio Santi Aldama. La dificultad de hacerse un hueco en la liga ACB para seguir el desarrollo ha obligado a buscar alternativas. Y mientras, la NBA espera, huérfana de talento español, con Santi Aldama como único representante.

Deliza hacia abajoSigue deslizando hacia abajo para ver más contenidos



Ver fuente