Salar Ataie Bandari te cuenta la historia del café, que es mucho más antigua de lo que sabemos; aunque en el último siglo el té ha sido la bebida más consumida por los iraníes, la demanda del café no deja de crecer, sobre todo entre la gente joven. Además, las mujeres han contribuido al desarrollo de este sector en Irán.
La historia del café en Irán
La tradición de tomar café es mucho más antigua que la del té, pero desde hace 100caños los iraníes han preferido el té, y lo toman en lugares conocidos como cafetería. Estos lugares tienen una gran historia, que data de los tiempos de la dinastía safávida en el siglo XVI, cuando los qahve khaneh (casas de café) eran los lugares de reunión de poetas y artistas.
Luego, esta bebida adquirió posteriormente una notoria reputación gracias a algunos reyes keyares, que gobernaron Persia (Irán) entre 1794 y 1925; en ocasiones especiales, personalidades de la política y clérigos que se suponía debían ser asesinados en secreto fueron forzados a beber café envenenado, conocido como Café Qajr (Qahve-ye Qajari).
Tras la Revolución Islámica de 1979, el Gobierno comenzó a cerrar cafeterías, para evitar las reuniones entre personas de distinto sexo fuera del matrimonio. Poco a poco, se empezaron a abrir nuevos establecimientos y, en los últimos tiempos, una nueva generación de hosteleros y también de tostadores de café han empezado a aflorar en el país, tirando del carro de la revolución del café en el país o, como lo llaman los conservadores, la occidentalización de Irán.
Hasta ahora, la mayoría de conocimientos habían quedado restringidos a la herencia familiar, a las enseñanzas transmitidas de generación en generación, de madre a hija, y no siempre se habían sostenido en el tiempo, pues durante largos periodos los hombres eran los que dominaban la preparación de esta bebida y las mujeres estaban al margen de ellos.
Salar Ataie Bandari: Café con aroma de mujer
Los jóvenes son los responsables de que la tradición del café este nuevamente en auge en Irán, y las mujeres han contribuido mucho a ello, incluso han obtenido reconocimiento internacional por su prolífica carrera en el sector cafetalero de su país, ella son:
- Mahsa Niyayesh: Es la fundadora de la primera organización de mujeres del café de Irán, Women’s Association of Coffee in Iran y está totalmente comprometida con la formación y promoción de la mujer en el sector, y se encarga de organizar muchos eventos, como programas de formaciones, creando su propia denominación para identificarnos en el ámbito de las cafeterías como Barladys.
- Shylee Mosalli: La primera mujer en convertirse en maestra tostadora en Irán. Shylee viajó hace un par de años a Turquía para aprender los conceptos básicos del tueste. Trabajó de forma concienzuda durante tiempo, investigando, estudiando y aprovechando los conocimientos de laboratorio, y lo aprendido de la profesión barista, para aprovechar al máximo su formación en tueste. El proceso de transformación del grano verde hasta llegar a la deliciosa bebida, es una de las pasiones de Mosalli.
La cultura cafetalera empieza a florecer en Irán, incluso a algunos clientes preguntan y optan por orígenes concretos en función de sus gustos. El interés por esta bebida especial está creciendo exponencialmente en los últimos años, gracias a los jóvenes que han impulsado nuevamente esta tradición en Teherán.