Miguel Angel Sabal. Abril 2023.
Cada vez que existe una disrupción tecnológica que anticipa una evolución cuántica en las herramientas que pueden contribuir en el proceso de enseñanza, unos celebran y otros se estresan.
Celebran, los abanderados del cambio, los innovadores y los que entienden que los métodos de enseñanza actuales no son infalibles y que deben ir adaptándose a la velocidad en la que la tecnología avanza.
Se estresan, con toda razón, aquellos que durante años se han dedicado a cerrar brechas entre las instituciones educativas privadas que cuentan con recursos y con procesos flexibles y las instituciones educativas que forman parte del sector público, que además de tener presupuestos que difícilmente alcanza para su precario funcionamiento, forman parte de estructuras burocráticas oxidadas en las que cambiar, no es una opción.
Hoy en día hay mucho que celebrar y mucho que preocuparse con la aparición de innovaciones tecnológicas que parecieran extravagantes, pero que, sin temor a equivocarme, serán herramientas transversales y calificadoras en la educación privada, en un periodo no mayor a los dos años. Se trata del Eduverso.
El Eduverso es el metaverso en la educación. Y ¿Qué es el Metaverso? Según un artículo publicado en agosto de 2022, el Metaverso es una realidad digital a la que accedemos a través de dispositivos especiales como gafas de realidad virtual o aumentada a través de las cuales podremos interactuar con otros usuarios. Cada uno de estos usuarios tendrá un avatar (su personaje en el mundo virtual) e interactuarán a través de objetos en mundos inmersivos (SÁEZ HURTADO, 2022)